Tenía que ir en tren a la universidad y se tardaba una hora en llegar desde la estación en la que me encontraba. A pesar de que dormí muy poco por la noche e iba medio dormido, una hora y cuarto antes de la hora de comienzo de mis clases, estaba yo en el andén esperando al tren, y llegó.
Pensé que llegaría a tiempo.
Cuando pasaron 30 minutos pensé que ya debía de ir casi a mitad de camino. Entonces me di cuenta de que se me olvidó subirme al tren. Aún estaba en la estación.