El hielo

A mi hermano de pequeño le gustaba mucho lamer hielo. Un día se le ocurrió lamerlo de la hielera, y se le quedó la lengua pegada. Que mal rato pasó el pobre…especialmente cuando mi tía acudió a sus gritos, y le despegó la lengua de un tirón. Pobrecito, tuvo la herida varios días hasta que se le curó.