Hace ya unos años, cuando trabajaba en una pizzeria, atendí una llamada para hacer un pedido. Era un chico joven que, cuando le pregunté que qué salsa quería con su pizza, me pidió mezclar las salsa carbonara con la barbacoa.

Como yo no había oído nunca algo así, llame a la encargada para preguntarle que qué hacer. Vino, atendió la llamada, y entonces empezó a hablar con el cliente:

-Si, hola, dígame ¿Que es lo que desea?

(silencio, será mientras el cliente le explica)

-¿Cómo dice?¿Mezclar la salsa barbacoa con la carbonara?¿Lo dice en serio?

(silencio, será mientras el cliente le explica)

Y mi compañera, toda enfadada, grita:

-¡Mire,oiga! Esa mezcla asquerosa de barbacoa y carbonara que pide aquí no se la vamos a hacer! ¡Eso tiene que darle a uno diarrea, fijo! ¡Si quiere hacer marranadas, hágalas en su casa, pero no nos las pida a nosotros! Salsa barbacoa y carbonara mezcladas…madre mía….que asco!!

Un año después la pizzeria sacó una nueva pizza en la cual como salsa base usaban una mezcla de salsa barbacoa y salsa carbonara….