El examen

Mi marido es un  hombre inseguro, a veces hasta de forma ridícula.
Me apunté a un curso, y el día del examen, no me podía acompañar,pues trabajaba, pero podía irme a buscar a la salida.
Al salir, los compañeros y el profesor decidimos ir a tomar algo, con lo cual llamé a mi marido para decirle que, en vez de buscarme en la estación, viniera al bar en el cual estábamos.
Al llamarle, le dije:

-Cariño, ha surgido algo después del examen….

Y antes de poder decirselo, dice:

-¿Llamas para decirme que decidiste abandonarme para fugarte con tu profesor?

 

El conejo

Mi madre tenía un pequeño jardín con flores, hierba y plantas, en el cual yo tenía plantadas, una en cada esquina, 5 plantas de judía.

Eran buenas y daban buen fruto.

Mi hermana se compró un conejo.

Yo le dije que no le dejara suelto, que a ver si se iba a comer mis judías.

Ella dijo que, con tanta planta disponible, por qué iba a ir a por mis judías.

Soltó al conejo.

Fue selectivamente a comerse lo primero de todo mis 4 plantas de judías, hasta escarbó para comerse incluso las raíces. Las demás plantas ni las tocó.

Los canónigos

Me gusta mucho comer ensalada de canónigos, y mi marido, un día, cuando fue a comprar el pan, me los quiso traer “por tener un detalle conmigo”.
Trajo rúcula. Según él: Las hojas eran diferentes, el nombre también, pero como para mi todo es pasto, te lo traje, pensé que daba lo mismo.
A ninguno de los dos nos gustó el sabor de la rúcula.
Ahora, cada vez que me pide que le prepare algo, le digo que sí, que ahora mismo le preparo una ensalada de rúcula. JAJAJA.