La semana pasada cumplí 35 años. Para darme una sorpresa, mi marido me compró una tarta de cumpleaños, y me pidió cerrar los ojos mientras el me preparaba algo especial.
Al abrirlos ví la tarta,ante mi, con las velas encendidas. Un 36.
¿36? Pero a ver, estamos en 2014 y yo nací en el 1979. ¿36? ¿en serio?
Bueno, así las podemos volver a usar el año que viene y ahorramos dinero en velas……dijo
Sí, claro, y las volvemos a guardar para cuando tenga 63, así más ahorro? dije yo, de burla.
Pues no es mala idea-dijo él.